Es un libro que encontré por casualidad curioseando en una librería. Cada vez estoy más convencida de que “los libros eligen a sus lectores”.
El autor es David Kessler, médico discípulo de Elisabeth Kübler-Ross
No es un libro dirigido a los profesionales , está dirigido a todo el mundo, pero para los que nos dedicamos a este complejo oficio de cuidar es especialmente recomendable por su sencillez y veracidad. En el libro comparte lo que ha aprendido sobre la muerte y los moribundos en sus más de 20 años de experiencia cuidándolos
Nos habla de la muerte física, del dolor y su fisiología y también de la expresión de las emociones, de la espiritualidad, de los niños ante la muerte, de la participación en la toma de decisiones, a través de historias de sus pacientes, de los moribundos que ha atendido y que considera sus verdaderos maestros.
Me gustaría destacar “Los derechos del moribundo” como un precioso decálogo para cualquier persona, tanto los que cuidamos, como los enfermos y sobre todo los que están llegando al final de su biografía
- — El derecho a ser tratado como un ser humano vivo
- — El derecho a mantener una actitud esperanzada, por muy cambiante que pueda ser su orientación
- — El derecho a ser cuidado por personas capaces de mantener una actitud esperanzada, por muy cambiante que pueda ser
- — El derecho a expresar sentimientos y emociones sobre la muerte a nuestra propia manera
- — El derecho a participar en todas las decisiones concernientes a nuestro cuidado
- — El derecho a ser cuidado por personas compasivas, sensibles y bien informadas que intenten comprender nuestras necesidades.
- — El derecho a esperar atención médica continuada, aunque los objetivos pasen de curativos a paliativos
- — El derecho a recibir una respuesta honesta y completa a todas nuestras preguntas
- — El derecho a buscar espiritualidad
- — El derecho a no padecer dolor físico
- — El derecho a expresar sentimientos y emociones sobre el dolor a nuestra propia manera
- — El derecho de los niños a participar en la muerte
- — El derecho a comprender el proceso de la muerte
- — El derecho a morir
- — El derecho a morir en paz y con dignidad
- — El derecho a no morir solo
- — El derecho a esperar que se respete la santidad del cuerpo después de la muerte
Y me quedo con esta maravillosa frase del autor : “Toda vida es completa. Los dos únicos requisitos para completar una vida son el nacer y el morir”
María Luisa Díez, Médico de Familia, Centro de Salud Cervantes, Guadalajara