Entrevista a Nadia Collette, Arteterapeuta en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Barcelona
¿Qué es el arteterapia?
El arteterapia es una disciplina en la cual un profesional especializado (el arteterapeuta) propone a una persona enferma, o en crisis, realizar su propio proceso de creación artístico, con el objetivo de que le aporte beneficios terapéuticos y así se encuentre mejor.
La persona no necesita ninguna habilidad técnica previa. El resultado estético no es de ninguna forma una prioridad, sino el hecho de crear piezas en base a las vivencias y al mundo interno. Esto ayuda a la persona a expresarse y comunicarse acerca de su problemática, en un lenguaje alternativo, más intuitivo que lo verbal. Todos los humanos disponemos de este lenguaje de manera natural.
Luego la persona puede reflexionar sobre sus trabajos e interpretar los símbolos que encuentra en ellos. Le lleva a tener mayor conciencia de la situación que está atravesando. A su vez, esto le permite ir tomando decisiones para su vida, para adquirir nuevos comportamientos.
¿En qué consiste una sesión de arteterapia?
Básicamente, en una sesión de arteterapia se articulan varios tiempos: una breve presentación verbal, algún ejercicio de concienciación corporal, una parte mayor dedicada a la creación artística a partir de los “ingredientes” emocionales que siente la persona (expresión), un intercambio verbal con el arteterapeuta sobre las formas y los contenidos de la creación (comunicación) y para terminar, un cierre recapitulativo (contención).
¿En los países anglosajones el arteterapia forma parte de las herramientas de los equipos de cuidados paliativos de forma casi sistemática: cuál es la situación en España?
En España la situación es muy diferente! Aunque existen formaciones de postgrado universitario en varias ciudades del país, la disciplina todavía no está homologada oficialmente. Esto dificulta enormemente la inserción laboral. Existen iniciativas puntuales en algunos equipos, sobre todo en el marco de las prácticas de másters. Pero no hay programas organizados desde las instituciones sanitarias.
¿Cuánto tiempo hace que vuestra unidad ofrece las sesiones de arteterapia?
En la UCP del Hospital Sant Pau iniciamos la atención arteterapéutica en 2004. Pero en nuestro caso también el camino ha sido difícil y no lineal. La iniciamos gracias a becas de investigación y por consiguiente hubo interrupciones en nuestro ofrecimiento de sesiones. Desde el 2012, estoy contratada anualmente por el Institut de Recerca del Hospital. Las sesiones de arteterapia están incluidas dentro de protocolos de investigación aprobados por el Comité Ético de Investigaciones Clínicas, que realizamos para aportar evidencia sobre sus beneficios terapéuticos.
¿Ofreces sesiones de arteterapia a todos los pacientes ingresados o bien identificas antes algunos que podrían beneficiarse más?
Por lo expuesto en el punto anterior, los pacientes a los cuales ofrecemos sesiones tienen que responder a los criterios de inclusión de los estudios protocolizados. Hasta ahora, han sido: primero, que acepte firmar un consentimiento informado sobre el estudio concreto que estemos realizando y luego, que la persona no presente un deterioro cognitivo que le impida darnos su opinión sobre los efectos que observa después de la intervención de arteterapia.
¿Cómo se coordina el arteterapeuta en un equipo de cuidados paliativos?
La mejor forma de coordinarse es participando en las sesiones interdisciplinares de la UCP, para dar y recibir información sobre los pacientes acompañados.
¿Cuáles son las palabras que el paciente con frecuencia no dice y que el arteterapeuta puede ayudarle a expresar?
Diría que no son tanto palabras sino sensaciones, emociones y sentimientos, a los cuales a la persona enferma le resulta difícil aproximarse (ansiedad, miedo, culpa, dolor, etc.), lo que el arteterapeuta puede ayudarle a expresar. Precisamente para que la persona, poco a poco, al encontrarse con estos elementos tan personales en sus creaciones, pueda ir poniéndoles palabra.
¿En qué consideras que el arteterapia ayuda a vuestros pacientes en el camino desde el “caos” a la aceptación?
Según las observaciones de un estudio cualitativo que todavía estamos realizando, cuando un paciente realiza un proceso arteterapéutico con autenticidad y compromiso, a sus producciones artísticas le otorga un valor simbólico muy valioso, un poco como si fueran espejos que le ofrecen reflejos de vida y de su realidad.
Las personas entrevistadas hacen alusión a una toma de conciencia de existir entre dos mundos, de estar en transición entre dos estados. El filtro del arte parece relativizar los miedos, naturales y habituales, que genera el pensar en la muerte y que suman generalmente a las personas en una sensación de “caos”. Una paciente informó que en las sesiones surgían elementos creativos que le servían para reflexionar mejor sobre su situación, “más allá” de lo que había podido o querido hasta el momento, pensando que lo que vivía, quizás no era tan grave como había sentido inicialmente y que, en definitiva, formaba parte de la vida.
¿Cuándo consideras que la respuesta de un paciente al arteterapia ha sido “positiva”?
Aquí es mucho más amplio que el beneficio descrito en la pregunta anterior, más enfocada a la aceptación. La literatura científica sugiere tres tipos de efectos, totalmente compatibles entre sí, que podríamos considerar como “positivos”. Lo estamos comprobando nosotros también en el hospital. Diría que cada paciente encuentra lo que puede o necesita encontrar.
Para algunos, se trata de sentirse más relajados, más tranquilos, de aprender algo nuevo, de estimular su creatividad, de cambiar de foco de atención, de distraerse. Otros encuentran en las sesiones una oportunidad para hablar con el arteterapeuta de aspectos que no comentan con su familia (para no alertarlos por ejemplo), o dan más importancia al hecho de ser tratado con cariño. No olvidemos que el arteterapia es un acompañamiento holístico, que tiene en cuenta a la persona en su biografía y su globalidad. El tercer tipo de beneficio pasa por la interacción más profunda, como un diálogo a tres bandas, entre el paciente, su obra y el arteterapeuta. Sucede cuando se expresan emociones buscando en la obra significados simbólicos, cuando se encuentra en el proceso una fuente de dignidad, de identidad y de conexiones sanadoras.
¿Hay factores que pueden predecir la receptividad de un paciente al arteterapia (por ej. edad, sexo, nivel social y cultural)?
Un requisito para la receptividad es que la persona muestre un mínimo de interés o curiosidad inicial en descubrir la actividad. Pero aparte de esto, puesto que los tipos de efectos positivos son muy variados, es frecuente que la receptividad de un paciente pase más por la habilidad y la conciencia de contratransferencia del arteterapeuta, que por factores personales como la edad, el género o el nivel social y cultural del paciente.
¿Cómo consideras que es la disponibilidad de los pacientes hacia las sesiones de arteterapia? ¿Y de sus familiares?
La disponibilidad y la satisfacción con las sesiones son muy altas. En nuestras evaluaciones más recientes, realizadas en una muestra de 83 pacientes, el 98,4% de ellos expresaron que la intervención les había ayudado y verbalizaron un tipo u otro de beneficio. En cuanto a los familiares, todos consideraron que la intervención había sido de ayuda para su ser querido enfermo. Y además, un hecho que llama mucho nuestra atención es que el 87,7% de ellos afirmaron que, de manera indirecta, lo era también para ellos mismos.
¿El arteterapia puede mejorar la comunicación entre el paciente y sus familiares en la fase final de la vida? ¿Los dibujos del paciente pueden representar una preciosa herencia espiritual para su familia, ayudándoles también en el proceso del duelo?
La mayoría de las veces las familias hablan en bucle sobre el estado cotidiano de la enfermedad o prefieren guardar silencio o hablar “de cualquier cosa” con tal de evadirse. Sin duda, la presencia de las obras permite a la familia comunicarse sobre y a partir de ellas. La producción artística y el proceso para crearlas hace emerger temáticas diferentes o también miradas diferentes para abordar las mismas temáticas.
También el hecho de realizar un trabajo artístico juntos, lo que intento promover en todas las ocasiones en las cuales observo que puede ser favorable, permite a un paciente y un miembro de su familia compartir impresiones y opiniones sobre la experiencia. Hemos observado que esto les puede ayudar en su proceso de duelo. Efectivamente, en muchas ocasiones la producción artística representa una fuente de recuerdo, un testimonio y un legado muy valorado por los familiares.
¿El arteterapia es sólo para pacientes y familiares o también para profesionales?
También es adecuada para los profesionales, porque si éstos no siguen determinadas pautas de autocuidado y de autoconocimiento, atender a las personas que sufren también les puede generar sufrimiento a ellos. Y entonces se entra en un círculo vicioso que lleva a una peor práctica profesional.
Con el arteterapia, a través de un proceso que favorece la expresión y la comunicación estimulando la creatividad, es posible darse cuenta de respuestas emocionales problemáticas o de pérdidas no elaboradas, por ejemplo, de forma muy respetuosa con la integralidad de la persona. Adquirir más conciencia personal ayuda a cuidarse como profesional.
¿Podrías enseñarnos algunos ejemplos de trabajos de arteterapia con vuestros pacientes?
En las dos fotos presentadas a continuación se puede apreciar a pacientes y familiares en plena acción creativa de una sesión arteterapéutica.
Excelente articulo!!
Excelente. Soy arteterapeuta y cada dia estoy más segura y convencida de este camino acompañando a quien lo necesite.
Estoy cursando arte terapia, vivenciando cada uno de los talleres, feliz muy feliz!!!!!! Los resultados de esta disciplina son asombrosos!!!!! Excelente nota!!!Gracias por compartirla.
Enhorabuena por el artículo. Siempre es un placer conocer otras experiencias de arteterapia. Ojalá en el futuro sea más habitual.
Saludos!