El día 14 de noviembre, en ocasión del Día Mundial de la Diabetes, hemos organizado en el Hospital General de Catalunya un encuentro sobre un tema “practico” cómo la gestión de la diabetes en personas con enfermedad oncológica avanzada. Nos interesaba este tema por dos razones: primero, no hay estudios prospectivos sobre esta población de pacientes en cuanto a efectos de la diabetes y de los tratamientos sobre la enfermedad de base, ni hay datos sobre las pautas de tratamiento más apropiadas. Hemos intentado hacer una revisión de la literatura y de las recomendaciónes existentes (la mayor parte procedentes de Reino Unido) con el objetivo de impulsar la atención de la investigación también sobre estos aspectos. La segunda razón es porqué en tiempos de medicina basada en el valor , nos parecía fundamental ir a la escuela de la Medicina Paliativa, que representa el máximo desarrollo de esta actitud clínica. Todos los especialistas estamos involucrados en algún momento en el cuidado de personas con enfermedad avanzada. El deber de saber reconocer sus necesidades paliativas, la capacidad de una verdadera atención centrada en la persona, teniendo en cuenta sus preferencias, valores y creencias y la posibilidad de involucrarla cada vez más en el proceso de toma de decisiones son aspectos tan fundamentales como saber reconocer una insuficiencia renal por una alteración del filtrado glomerular.
Gracias al Dr Antonio Pascual, Jefe de Servicio de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital de Sant Pau y a la Dra Elena Valassi, Endocrinóloga, investigadora postdoctoral del Hospital de Sant Pau y a todos los que han participado.
Os dejamos con las palabras de un paciente ingresado en la UCP del Hospital de Sant Pau:
“Para todos los que se hayan planteado, posiblemente con mucha ilusión, dedicar su vida a enfermos paliativos, enfermos de cáncer: es importante que tomen conciencia de algo que para mi es muy especial. Que aunque para su día a día el trato con los otros sea algo “normal”, no olviden nunca que están participando e interactuando en una etapa que para nosotros los enfermos es una etapa muy importante de nuestra vida. Por tanto, por una parte sientan la gravedad de su responsabilidad pero no como un peso, sino como un privilegio. Y luego un mensaje que yo creo que es como una apelación a su propia persona, a su propia espontaneidad, y es: para mucho de nosotros esos rostros de médicos, de enfermeras, de auxiliares, estos rostros nuevos, serán posiblemente los últimos rostros que en muchos casos podremos conocer. Y es muy importante que en la retina, en el pensamiento del enfermo, quede retenida esa sonrisa, esa bondad, que el enfermo, por muy enfermo que esté, sabrá que no es una sonrisa corporativa, que no es una bondad diseñada por un programa de atención personalizada, sino que forma parte del corazón mismo de la persona que precisamente por haber integrado en su proyecto personal de vida la atención al enfermo es capaz de arrancar este verde que le gusta tanto en su vida particular y traerlo aquí”
Aquí los que tengan interés pueden consultar las dos presentaciones.