Os presentamos un ensayo multicéntrico aleatorizado (Temel et al NEJM), publicado en 2010 en el New England Journal of Medicine, en el que Temel y coll. trataban de examinar los efectos de la atención paliativa, ofrecida junto con el tratamiento oncológico estándar, inmediatamente después del diagnóstico de cáncer de pulmón metastásico.
PACIENTES
– 77 pacientes tratados con terapia oncológica estándar y cuidados paliativos (tratamiento combinado)
– 74 pacientes tratados sólo con terapia oncológica estándar
¿QUÉ SE VALORÓ?
Se compararon los efectos de los distintos esquemas terapéuticos (terapia estándar con o sin tratamiento paliativo) con respecto a:
– Ocurrencia de depresión y ansiedad valorada mediante cuestionarios
– Impacto en la calidad de vida, valorada mediante cuestionarios
– Calidad de los cuidados a final de la vida
– Supervivencia
RESULTADOS:
Los pacientes que recibieron atención paliativa precoz reportaron una mejora significativa tanto de su estado de ánimo como de la calidad de vida tres meses después del comienzo del tratamiento combinado, en comparación con los que sólo fueron sometidos a terapia oncológica estándar. Es destacable que la prevalencia de depresión en los pacientes a los que se ofreció el tratamiento integrado era casi la mitad de la que se documentó en el grupo de terapia estándar (16% vs. 38%, respectivamente; p=0.03), sin ninguna diferencia entre los grupos con respecto a la toma de fármacos antidepresivos.
Además, los pacientes que recibieron el tratamiento combinado fueron tratados con protocolos terapéuticos menos agresivos y menos costosos en la fase terminal de su enfermedad y, coherentemente, su estancia en el “hospice” fue más larga. Cabe resaltar que los pacientes que recibieron atención paliativa también expresaron más frecuentemente sus preferencias de reanimación que los tratados con terapia estándar, un paso internacionalmente reconocido como esencial para garantizar el respeto de la voluntad del paciente y de su dignidad. Todo ello conllevó un aumento significativo de la supervivencia, que rondó los dos meses, en los pacientes asignados al grupo de cuidados paliativos. En particular, la mediana de supervivencia fue de 11.6 meses en ellos y de 8.9 meses en los pacientes sin atención paliativa (p=0.02).
CONCLUSIONES
Tras el diagnóstico, la integración precoz de los cuidados paliativos con los esquemas terapéuticos clásicos alivia la angustia y mejora la calidad de vida en pacientes con cáncer pulmonar metastático, lo que a su vez conlleva un aumento de la supervivencia y un ahorro en los tratamientos inútilmente agresivos al final de la vida.